Zavala va firme
Sin Protocolo /Joel Saucedo
El vaivén de la política muestra diversos rostros en momentos cruciales como el que se vive en estos momentos con miras al proceso sucesorio de 2018.
Después de los comicios del 5 de junio y el reacomodo gubernamental en diversas entidades del país, otros actores irrumpieron con fuerza inusitada.
Un claro ejemplo es el de Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN, quien creció en popularidad por el reposicionamiento de su partido.
Esto lo coloca en la primera fila de la palestra política, junto con Margarita Zavala y en tercer término el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.
Sin embargo, la notable exposición en los tiempos oficiales de su partido ha causado suma molestia entre el panismo.
Este comportamiento lleva implícito el riesgo de la división interna que en nada le favorecería a sus aspiraciones.
De hecho, no es bien visto que sea juez y parte. Actualmente es líder nacional, y precandidato de facto. Nada ético. Tal y como actúa López Obrador.
Anaya es partidario de las alianzas. Es el gen que lo encumbró. Pero en medio del divisionismo que propicia, difícilmente las concretará.
Por su parte, Margarita Zavala camina firme y segura. Es puntera junto con López Obrador y Miguel Ángel Osorio Chong.
Sabe quiénes son sus potenciales rivales y hacia ellos enfoca sus baterías, como esta: “Soy un peligro para López Obrador”.
En este marco cobra relevancia la declaración del ex perredista, ex jefe de gobierno y actual senador de la República, Alejandro Encinas.
Dijo a un diario de circulación nacional que Margarita Zavala pudiera ser un factor de alianza PAN-PRD para el 2018.
No es poca cosa la observación de Encinas, un experimentado político que forma parte de la bancada perredista de Miguel Barbosa en el Senado.
Lo anterior concuerda con otras versiones que hablan de una posible alianza PAN-PRD tanto para la presidencia como para la jefatura de gobierno.